Ganache de fresa
Es cierto, el ganache es un sencillo proceso que pasa por mezclar un chocolate finamente picado y nata caliente, hasta que el chocolate se derrita, y se mezcle para formar un relleno rico, brillante y delicioso. Y el ganache de fresa es también muy fácil de hacer.
Pero el éxito siempre está en los detalles, así que tendremos que tener en cuenta algunas de las cosas que debemos hacer y saber para hacer el mejor ganache del mundo.
Por ejemplo, la calidad de los ingredientes. Al tener tan pocos, su calidad tiene que notarse, sobre todo el chocolate.
La temperatura también es importante.
No hace falta que la nata llegue a hervir, simplemente necesita estar lo suficientemente caliente para derretir el chocolate.
Para ayudar a que esto suceda más rápidamente, puedes picar el chocolate muy finamente antes de combinarlo con la nata caliente.
También es importante utilizar el ganache mientras esté a la temperatura adecuada para lo que lo quieras. Si está aún caliente, se verterá de maravilla sobre un pastel y se asentará cuando se enfríe.
Si está demasiado caliente, puede resultar demasiado flojo y puede gotear. Si está demasiado frío, comenzará a endurecerse y no se verterá en absoluto.
Tiempo de elaboración: 15-20 minutos
Tiempo de espera: 8 horas - toda la noche
INGREDIENTES
- 1/4 taza de fresas picadas finamente
- 170 ml de nata líquida para montar
- 200 gr de chocolate blanco troceado
INDICACIONES
- En un recipiente mezcla las fresas picadas con la nata, cubre el recipiente y mételo en el frigorífico durante al menos 8 horas o durante toda la noche.
- Pasado ese tiempo, escurrimos las fresas, presionándolas suavemente para que la fresa escurra todo el líquido posible.
- La nata la ponemos en un cazo a calentar a fuego medio, y cuando esté caliente incorporamos el chocolate en trozos, cuanto más pequeños sean los trozos, se derretirá más fácilmente.
- Remueve todo con una espátula hasta que el chocolate se derrita completamente y se forme una salsa suave. Apaga el fuego y deja que enfríe a temperatura ambiente hasta que no queme. Después, cubre el cazo y mételo en el frigorífico durante al menos 4 horas, para que se enfríe por completo y se solidifique.
- Una vez pasado el tiempo, comprueba la consistencia del ganache, si es suave y cremoso se puede utilizar inmediatamente para rellenar o cubrir cualquier elaboración. Si está demasiado líquido o demasiado blando para poder esparcirlo sin que gotee, revuélvelo vigorosamente con una espátula de goma durante unos segundos y vuélvelo a meter en el frigorífico durante unos minutos más, hasta que se endurezca ligeramente.
Ahora ya puedes utilizar el ganache para lo que quieras.