Especial Ganache de chocolate

Cómo preparar esta cobertura de chocolate

Ganache de café

El ganache de chocolate se originó en Francia. Ganache es un término francés que se refiere a una mezcla suave y aterciopelada de chocolate y nata. Su origen es un poco confuso, pero se cree que se creó alrededor de 1850.

Es una simple mezcla de nata caliente y chocolate de buena calidad que se puede aromatizas con extractos o aromas para darle un toque diferente, como es el caso de la receta de hoy.

Ganache de café

De chocolate recomiendo uno de calidad, tipo Valhrona o cualquier otro chocolate negro con buena reputación. Busca un chocolate que contenga la manteca de cacao como ingrediente principal. Cuanto mayor sea la calidad del chocolate utilizado, mejor será el sabor y la textura del ganache.

El extracto de café va a realzar el sabor del chocolate. Mejora el chocolate, y saca todos los sabores en el chocolate mientras añade riqueza al gusto.

El ganache se puede utilizar para muchas aplicaciones. Se puede utilizar como una salsa, a modo de cobertura o glaseado para encima de los pasteles, se puede usar como relleno de bizcochos y tartas, y si se reduce la cantidad de nata, es la base de las trufas de chocolate.

No todos los ganaches tienen mantequilla, pero a mi me gusta utilizarlo para que aporte ese brillo característico.

Ingredientes:

  • 227 gramos de chocolate negro, cortado en trozos pequeños
  • 180 ml de nata líquida para montar
  • 28 gramos de mantequilla sin sal
  • 1 cucharadita de extracto de café
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Procedimiento:

Trocea el chocolate y colócalo en un recipiente de tamaño mediano resistente al calor. Resérvalo.

Calienta la nata y la mantequilla en una cazuela pequeña a fuego medio. También se pueden calentar en el microondas, pero lo vas a vigilar mejor al fuego. Deja que llegue a ebullición e inmediatamente vierte la nata hirviendo sobre el chocolate troceado y deja que repose, sin mezclarlo, durante unos minutos, para dar tiempo a que se derrita el chocolate.

Remuévelo suavemente con una espátula, ya que no deseamos incorporar aire a la mezcla, hasta que esté perfectamente integrado y suave. Incorpora el extracto de café y de vainilla y vuelve a mezclarlo.

Deja que enfríe a temperatura ambiente, y después introdúcelo en el frigorífico para que se endurezca. Échale un vistazo de vez en cuando, para ver que consistencia tiene.

La textura dependerá para qué elaboración lo queramos. Si se ha enfriado y se ha endurecido demasiado, siempre se puede recalentar suavemente sobre un baño María hasta que tenga la consistencia adecuada.